La Navidad está a la vuelta de la esquina y, con ella,
llegan las comilonas familiares y los excesos.
Te ofrecemos unos consejos que
te ayudarán a controlar tu peso antes de las fiestas.
Las fiestas están más cerca de lo que te imaginas, y es
inevitable comer más de la cuenta durante las numerosas celebraciones
familiares, de amigos, de empresa, etc. Los excesos pueden acarrear
consecuencias negativas para nuestro cuerpo. Te damos unos consejos para que
este año llegues a la Navidad sin “pecar” más de la cuenta. Según los
especialistas, no es aconsejable llevar una dieta rigurosa unos días previos a
las fiestas, para luego consumir alimentos sin control. No sólo perderíamos lo
logrado, sino que potenciaríamos el "efecto rebote", es decir,
recuperaríamos lo perdido y más. Por eso, es mucho más efectivo cuidarnos antes
y reducir las cantidades que ingerimos habitualmente.
Las 8 reglas de oro de la alimentación antes de Navidad
1. Realiza 5 comidas al día. Realiza las tres comidas
básicas y dos tentempiés. Lograrás activar tu metabolismo y te ayudará a quemar
calorías. Además está demostrado que llevando una ingesta de alimentos regular
(cada 3-4 horas) tendrás más sensación de saciedad y evitarás el picoteo entre
horas.
2. Bebe abundante agua. Es fundamental beber aproximadamente
2 litros de agua al día para mantener hidratados nuestros órganos y tejidos.
Beber agua da sensación de saciedad y ayuda a desintoxicar nuestro cuerpo.
3. Cocina con poca grasa y elige la de mejor calidad. El
aceite de oliva virgen es la mejor grasa recomendada. Pero debemos tener en
cuenta que no debemos abusar de su consumo, pues aumenta el valor calórico de
la dieta. Se aconsejan unas 3-4 cucharadas soperas al día. Limita el consumo de
los alimentos que contienen grasas animales como carnes rojas, quesos de mucha
maduración, mantequilla, embutidos, repostería etc.
4. Reduce el consumo de azúcares y dulces en general. Los
azúcares sólo aportan calorías vacías, es decir, no contienen nutrientes.
Sustituye el azúcar por edulcorantes o, poco a poco, acostúmbrate a no endulzar
las bebidas o comidas. También los alimentos dulces, como la pastelería o
repostería en general, aportan azúcares y grasas no recomendadas. Por ejemplo,
reemplaza un chocolate con leche y frutos secos por un chocolate negro con
más del 75% de cacao.
5. Consume muchas verduras y ensaladas. Aportan vitaminas,
minerales y fibra, para asegurar un buen tránsito intestinal. Dan una
importante sensación de saciedad con pocas calorías y nada de grasas. Elige
aliños o vinagretas con poco aceite y muchas especias, que darán más sabor a
las verduras.
6. Selecciona los alimentos más magros. Procura que tu
alimentación se base en verduras, frutas, carnes blancas (ave, pavo, conejo,
pescado), cereales, legumbres y lácteos magros.
7. Cuando comas, no leas ni mires televisión. Está
demostrado que, cuando comemos y nos distraemos con otra actividad, no
mantenemos el control de lo que ingerimos. El ver lo que comemos nos ayuda a
saciarnos, como dice el dicho popular: “la comida también entra por los ojos”.
8. Realiza actividad física a diario. El ejercicio es
siempre sinónimo de salud, no sólo nos mantiene en forma sino que ayuda a
mantener tanto los niveles de azúcar como de colesterol más controlados. Ayuda
a liberar endorfinas, neurotransmisores del placer, y por eso nos sentimos tan
bien realizando actividad. Es aconsejable realizar, por lo menos, 30 minutos
diarios de ejercicios moderados o caminata.
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