domingo, 22 de noviembre de 2015

8 claves de alimentación antes de Navidad





La Navidad está a la vuelta de la esquina y, con ella, llegan las comilonas familiares y los excesos. 
 Te ofrecemos unos consejos que te ayudarán a controlar tu peso antes de las fiestas.



Las fiestas están más cerca de lo que te imaginas, y es inevitable comer más de la cuenta durante las numerosas celebraciones familiares, de amigos, de empresa, etc. Los excesos pueden acarrear consecuencias negativas para nuestro cuerpo. Te damos unos consejos para que este año llegues a la Navidad sin “pecar” más de la cuenta. Según los especialistas, no es aconsejable llevar una dieta rigurosa unos días previos a las fiestas, para luego consumir alimentos sin control. No sólo perderíamos lo logrado, sino que potenciaríamos el "efecto rebote", es decir, recuperaríamos lo perdido y más. Por eso, es mucho más efectivo cuidarnos antes y reducir las cantidades que ingerimos habitualmente.


Las 8 reglas de oro de la alimentación antes de Navidad

1. Realiza 5 comidas al día. Realiza las tres comidas básicas y dos tentempiés. Lograrás activar tu metabolismo y te ayudará a quemar calorías. Además está demostrado que llevando una ingesta de alimentos regular (cada 3-4 horas) tendrás más sensación de saciedad y evitarás el picoteo entre horas.

2. Bebe abundante agua. Es fundamental beber aproximadamente 2 litros de agua al día para mantener hidratados nuestros órganos y tejidos. Beber agua da sensación de saciedad y ayuda a desintoxicar nuestro cuerpo.

3. Cocina con poca grasa y elige la de mejor calidad. El aceite de oliva virgen es la mejor grasa recomendada. Pero debemos tener en cuenta que no debemos abusar de su consumo, pues aumenta el valor calórico de la dieta. Se aconsejan unas 3-4 cucharadas soperas al día. Limita el consumo de los alimentos que contienen grasas animales como carnes rojas, quesos de mucha maduración, mantequilla, embutidos, repostería etc.

4. Reduce el consumo de azúcares y dulces en general. Los azúcares sólo aportan calorías vacías, es decir, no contienen nutrientes. Sustituye el azúcar por edulcorantes o, poco a poco, acostúmbrate a no endulzar las bebidas o comidas. También los alimentos dulces, como la pastelería o repostería en general, aportan azúcares y grasas no recomendadas. Por ejemplo, reemplaza un chocolate con leche y frutos secos por un chocolate negro con más  del 75% de cacao.

5. Consume muchas verduras y ensaladas. Aportan vitaminas, minerales y fibra, para asegurar un buen tránsito intestinal. Dan una importante sensación de saciedad con pocas calorías y nada de grasas. Elige aliños o vinagretas con poco aceite y muchas especias, que darán más sabor a las verduras.

6. Selecciona los alimentos más magros. Procura que tu alimentación se base en verduras, frutas, carnes blancas (ave, pavo, conejo, pescado), cereales, legumbres y lácteos magros.

7. Cuando comas, no leas ni mires televisión. Está demostrado que, cuando comemos y nos distraemos con otra actividad, no mantenemos el control de lo que ingerimos. El ver lo que comemos nos ayuda a saciarnos, como dice el dicho popular: “la comida también entra por los ojos”.

8. Realiza actividad física a diario. El ejercicio es siempre sinónimo de salud, no sólo nos mantiene en forma sino que ayuda a mantener tanto los niveles de azúcar como de colesterol más controlados. Ayuda a liberar endorfinas, neurotransmisores del placer, y por eso nos sentimos tan bien realizando actividad. Es aconsejable realizar, por lo menos, 30 minutos diarios de ejercicios moderados o caminata.